Un mítico futbolista del conjunto de San Pablo fue protagonista ayer en los micrófonos de Andalucía Centro con el compañero Emilio Jiménez.
Con el permiso de nuestro compañero Juan Vicente Morejón, y tras más de dos años, rescatamos una sección que nos gustaba mucho ‘¿Qué fue de…?’. Apartado el cual nos hace recordar el fútbol de antaño de nuestra ciudad.
José Hueso López (1964, Córdoba), delantero de la época de los 90 que perteneció a la plantilla del Écija Balompié durante cuatro temporadas, logró el ascenso a 2ª División “B” con Paco Chaparro en el banquillo.
El atacante debutó en Tercera División, “empecé muy jovencito en Tercera División división con quince años, por la norma de los sub 23. Era bastante fuerte y valiente. Empecé en Pozoblanco. Quedé máximo goleador del equipo y me firmó el Córdoba durante 5 temporadas. Y dí el salto al Écija” reseñaba.
Hueso explicó cómo llegó a la ciudad del sol, “venía del Córdoba libre. El Écija se interesó en la temporada 1990/91”. Tras dos campañas, los astigitanos consiguieron el ascenso a la división de bronce del fútbol español, donde realizó dos buenas temporadas y consolidando al equipo en la categoría. Aquellos años, “lo recuerdo con muchísimo cariño. En esta época estaba todo por construir. Con Paco Chaparro y la directiva con José Herrainz fue fenomenal. Recuerdos bonitos y cariño a Écija”.
El curso liguero del ascenso “fue un año muy bonito. Fue muy disputado. Había muy buenos equipos ese año con mucho nivel. Pero Paco formó un grandísimo equipo, muy bien compensado”. Tiró de memoria al recordar el partido que sirvió para que el equipo estuviera en Segunda “B”, “con el Talavera fue el último partido en casa que ganamos 3-1. Y la verdad es que el pueblo lo vivió intensamente. Lo pasamos fenomenal. Fue una de las épocas más bonita. Écija era muy futbolera, arropaban al equipo, el campo se llenaba”.
Pepe mencionó a algunos de los compañeros que compartían vestuario con él, “compañeros como Barbero, Perico Campos, Selu, Espinar, Mena, Choya, Quino (nos repartiamos los goles). Enfatizó sobre la competitividad que había en la plantilla, “todo el mundo tenía que dar el cien por cien para conseguir objetivos importantes, como el que se consiguió. Personalmente Alonso de Mairena me hacía estar siempre a tope para poder seguir jugando titular” resaltaba.
Tras colgar las botas, el cordobés se ha dedicado a las tareas de entrenador, comenzando en las categorías inferiores del Séneca. Incluso pisó banquillos de equipos senior, pasando por el Montilla y el Egabrense hasta llegar a Tercera División con el filial califal, recalcando que hasta “ayudaba al primer equipo del Córdoba C.F.”. Últimamente ha entrenado a Pozoblanco y Peñarroya, logrando algún que otro ascenso de categoría, pasando a “realizar tareas técnicas, como pasar informes a entrenadores”.
Tras la destitución del banquillo astigitano de Lucas Cazorla, allá por la temporada 2011/12, el cordobés sonó como sustituto pero “no se dieron las circunstancias adecuadas”. Reconoce que “me hace muchísima ilusión” volver al San Pablo. El cariño a Écija se palpa “es una ciudad futbolera con buenos aficionados. Le tengo mucho cariño”.
En la actualidad se encuentra en una escuela de fútbol de Córdoba donde la componen más de cien niños, con el objetivo de formarlos “poco a poco vamos sacando futbolistas para los equipos punteros de la provincia”.
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