El meta cordobés se sometió ayer a la operación de menisco que estaba pendiente de producirse.
Fernando Molero ha estado defendiendo la portería astigitana durante cuatro meses con el menisco roto. Ayer, aprovechando prácticamente el final de la temporada y con la salvación obtenida, el guardameta ha decidido operarse. Después de un largo tiempo en sala de espera, la intervención ha salido muy bien.