Fede, ex-futbolista del Écija Balompié es la quinta entrega en el apartado ‘Qué fue de…?’. En esta sección intentaremos rendir homenaje a la historia viva del fútbol ecijano.
Federico Jurado Prieto “Fede” (Sevilla, 1965) vivió la época más dorada del Écija Balompié en su historia. Dos años en Segunda División en el que llegaron a defender la camiseta azulina jugadores de la categoría de Rafael Gordillo o Salva Ballesta, entre muchos otros. Pero el germen de este equipo que llegó a la categoría de plata del fútbol español se fraguó mucho antes. Cientos de kilómetros en carretera, campos de albero y mil una dificultades fueron las que pasaron un grupo de chavales que vestían la camiseta del Écija Balompié en Tercera División en aquellos primeros años de la década de los 90. Vicisitudes que hicieron que en ese grupo más que compañeros, fueran amigos. Esta unión entre los jugadores junto a la calidad de muchos de ellos, convirtieron al equipo azulino en uno de los equipos más atractivos de las divisiones más modestas. Atracción que pronto quedó reflejada en los resultados competitivos, subiendo el equipo a Segunda B, para después de varios años acariciando el ascenso, subir a la máxima categoría que ha militado el equipo de nuestra ciudad. Fede viviría esos años de ascensos, siendo en uno de los referentes del equipo.
Juan Vicente Morejón.- @spirit_gonzo
Te retiraste en la temporada 1998/1999 con la camiseta del Écija Balompié. ¿A qué te has dedicado desde entonces?
Pues además de compaginar mi trabajo en el sector de la aeronáutica he seguido dedicándome al mundo del fútbol, pero ya desde los banquillos. Durante mi etapa de futbolista ya me saqué el nivel 1 y 2 del carnet de entrenador, para después una vez retirado, sacarme el carnet nacional de entrenador. Además también monté una escuela de fútbol en mi barrio. Ya con el título de entrenador, dirijo un año al Cortegana, otro al Morón y al Antoniano. Más tarde estuve 4 o 5 años dirigiendo equipos de las categorías inferiores del Betis, para por último, lo que me ocupa hoy, entrenar a los juveniles del División de Honor del Sevilla Este.
¿Podemos decir que tu vinculación con el fútbol en ningún momento ha cesado?
Si, la verdad es que siempre he tenido el fútbol muy presente, y cuando no ha sido así, ha sido por causas ajenas a mí.
Y Fede que conoce las dos visiones, la desde el campo y la desde el banquillo, ¿cuál prefiere?
Sin lugar a duda de jugador. Se disfruta mucho más y la aportación que tiene un jugador es mucho mayor. El entrenador depende siempre de los que hagan los futbolistas en el terreno de juego. Un entrenador puede ser competitivo, pero después es mucho más difícil plasmarlo en el campo porque siempre va a depender de los jugadores. Además el entrenador siempre se come más el coco. El jugador cuando gana disfruta de las victorias, el entrenador piensa en el siguiente partido. El entrenador pone las normas y estrategias, pero es el jugador quien decide en última instancia.
¿Cómo entrenador cuáles son tus aspiraciones?
No me pongo metas. Entrenar es algo que me gusta y lo tengo más como un hobby que como una opción de futuro. Hombre no te digo que el día de mañana si me sale una oferta interesante pudiera meterme de lleno, pero en estos momentos no dejaría mi estabilidad laboral de mi trabajo por probar en el mundo del fútbol. Es muy bonito coger chavales que no tienen experiencia en el fútbol 11, y que con tus enseñanzas aprendan. Pero ahora mismo lo hago porque me gusta más que por buscarme la vida en esto.
¿Tu retirada de los campos fue motivada por alguna lesión o era ya por motivo de la edad?
Fue por una lesión. La última temporada en el Écija me tuve que operar 3 veces de la misma rodilla, y prácticamente en esa temporada no pude jugar. Teniendo como tenía la rodilla, decidí que lo mejor era colgar las botas.
Coincidiste con la mejor etapa de la historia del club. ¿Fue también tu mejor etapa como futbolista?
Sin lugar a duda. En Écija es donde más disfruté y crecí como futbolista. Ten en cuenta que fueron 8 años, donde llegué cuando el equipo estaba en Tercera, y lo conseguimos subir a Segunda. Pocos futbolistas pueden decir que han estado 8 años en un club, y vivir todo lo que viví. El ascenso a Segunda B en el partido contra el Talavera, la liguilla de ascenso a Segunda con toda la afición animando y con esa remontada 2 a 4 ante el Levante cuando nos fuimos al descanso perdiendo 2 a 0. Son muchos y buenos recuerdos de allí. El club y yo crecimos futbolísticamente de la mano.
Para quien no conociera a Fede en el campo de fútbol, ¿cómo eras futbolísticamente?
Yo era un centrocampista de carácter defensivo, que destacaba por mi competitividad, polivalencia y por ser bastante listo en lo táctico. Se puede decir que no era un jugador de grandes cualidades, pero que las que tenía las aprovechaba al máximo. También iba bastante bien de cabeza y ayudaba sobre todo a los centrales. Aunque al principio desempeñaba más las funciones de media punta, con el paso del tiempo me fui adaptando más a las tareas defensivas y ahí es donde acabaría mi carrera.
En la etapa de Segunda coincidiste con jugadores de la talla de Gordillo o Salva. ¿Buenos recuerdos supongo?
Si, por supuesto. Aunque Gordillo y Salva son los más conocidos, guardo mucho recuerdos con los que pase más años, con los que conseguimos subir al equipo de Tercera a Segunda. Junto a gente como Quino, Barbero, Copado, Villena, Santos o Juan Ramón hicimos un grupo muy bueno que conseguimos un hito histórico como el de subir a Segunda. Este grupo más otros futbolistas que se fueron incorporando logramos esta proeza. Fueron muchos viajes juntos en furgoneta que nos unieron, siendo más que compañeros.
En tu etapa como azulino también coincidiste con grandes nombres del banquillo ecijano como Chaparro o Manolo Wic…
El año del ascenso a Segunda B estuve con Chaparro, después hasta Segunda con Manolo Wic, José Enrique Diaz, Cardeñosa… fueron bastantes y de todos ellos aprendí. Pero si me tengo que quedar con alguno, ese es Chaparro, que es de las personas que he conocido de los que más sabe de fútbol. Además para mi Chaparro es el padre de esos buenos años del Écija Balompié. Él fue quien puso la semilla para que ese grupo de jugadores ascendiera a Segunda. Manolo Wic puso también su granito de arena, pero ese grupo venía de estar en Tercera con Chaparro. Y yo como entrenador tengo mucho de él.
De los compañeros que tuviste en Écija, ¿sigues manteniendo contacto con ellos?
Sí, sí. Con Casado y Pedro Morilla estoy constantemente hablando con ellos. A Santos lo veo mucho por Triana. Después con Juan Ramón tengo también mucho contacto porque los dos estamos metido en el fútbol y estamos continuamente hablando. Como te digo fueron muchos años juntos y no se olvidan. La amistad no se pierde.
¿Y por aquí llevas mucho tiempo sin venir?
No, no hace mucho fui a ver un partido con Alberto Castro y Fernando Reina, con los que coincidí cuando estaba con el carnet nacional de entrenador. Además también no hace mucho fui a una boda de unos amigos de allí. Vamos suelo ir bastante por allí.
¿Sigues la actualidad del equipo?
Sí, sí. Sé que han apostado por un entrenador joven y a ver si es capaz de sacar el equipo de ahí abajo. El Écija como mínimo tiene que estar en Segunda B. Espero que finalmente el equipo se salve.
Aunque Fede se retiró hace años, la zaga futbolística continua, pues tiene a su hijo José Ángel en el Villareal. ¿Se parece a su padre en lo deportivo?
Se parece a mí en algunos aspectos, pero es un futbolista de mayor recorrido. Tiene la polivalencia y competitividad que yo tenía, pero a esto le suma una mayor calidad y que a balón parado va muy bien. Tiene una muy buena zurda.