Aunque las gradas de San Pablo estuvieron huérfanas de aficionados, el calor de la afición se notó durante el partido desde las inmediaciones del estadio. Los jugadores devolvieron el gesto al finalizar el encuentro.

Era el segundo partido oficial que afrontaba el Écija Balompié en el estadio San Pablo en lo que va de temporada, y lo hizo nuevamente sin público en las gradas por las restricciones en cuanto al aforo en los estadios, ante el nivel de alerta sanitaria. El conjunto astigitano tomaba en la matinal del domingo el choque aplazado, correspondiente a la primera jornada de liga ante el Atlético Onubense, filial del Recreativo de Huelva, que terminó en reparto de puntos (1-1).

En las inmediaciones del estadio, concretamente en el Espacio Abierto de Ocio, más conocido como el ‘botellódromo’, anexo al estadio San Pablo, se congregaron varios aficionados del Écija Balompié, que se dejaron notar con cánticos y aplausos durante prácticamente lo que duró el encuentro. Este apoyo fue devuelto por los jugadores de Sebastián Álvarez, que no dudaron en acercarse al fondo sur como muestra de gratitud.